lunes, 23 de abril de 2018

[Alinear] es sentir que el esfuerzo merece la pena

Alinear como práctica de confianza dentro del modelo Focus.

Una vez hemos contactado con aquello que nos mueve [1], disponemos de un lenguaje común [exponer] y sabemos qué hacer [colaborar], necesitamos sentir el apoyo del grupo para pasar a la acción o al menos, contar con su benevolencia

Definidas las tareas estratégicas del proyecto nos toca actuar, pero hacerlo con autonomía tiene sus riesgos.

¿Qué es alinear?


Alinear es sincronizar esfuerzos genuinos hacia un objetivo común; lo que significa poner en contacto las necesidades individuales con los necesidades de la organización. 

Una conexión tan valiosa como imposible de forzar. Porque alinear tiene que ver con los vínculos creados libremente con personas o ideas relacionadas con el proyecto (o las metas de la organización en ese momento) y que ahora tienen la oportunidad de hacerse visibles para impulsar al grupo en una dirección determinada.

De ahí su poder transformador.

Alinearse es fácil si sabes decir que NO

El uso del tiempo en el cuadrante alinear


De las teorías que conozco sobre como usar el tiempo en la vida, es la de Eric Berne la que prefiero por su claridad y poder explicativo.

Berne distingue tres necesidades hambres psicológicas básicas, que todo ser humano ha de saciar para sentirse bien:

  • Hambre de estímulos. Buscamos continuamente estímulos (positivos antes que negativos) que nos liberen de la monotonía y el aburrimiento.
  • Hambre de reconocimiento. Preferimos antes el castigo que la indiferencia. Mejor llamar la atención por algo que ser ignorados. También nos gusta que nos digan cosas bonitas, claro. 
  • Hambre de estructura. Necesitamos certidumbres. Ocupar el tiempo haciendo algo, lo que sea, de ahí el valor de la estrategia por muy rudimentaria que sea. Y si es con sentido, mejor.

Para cubrir estas necesidades, disponemos de seis modos (positivos o negativos) de programar nuestro tiempo en la vida y que influyen poderosamente en la calidad de nuestras relaciones personales. [He añadido ejemplos de la red porque pasamos casi tanto tiempo conectados a ella como en el mundo real]:

Modos de estructurar el tiempo
  1. Aislamiento. La persona aislada solo cuenta con ella misma para recibir la estimulación que necesita para saciar sus hambres. Por ejemplo: fantasear, pensar, imaginar, etc. En la red: pasarse horas frente a la pantalla del ordenador o ensimismarse con el móvil en presencia de otros.
  2. Rituales. Son intercambios de estímulos seguros y previsibles ante los demás y ante uno mismo. Por ejemplo: rituales de saludo y despedida, , normas de cortesía, protocolos, rituales académicos, religiosos o profesionales, etc. En la red: dar a "me gusta" o felicitar por costumbre o compromiso.
  3. Pasatiempos. Aquí se habla de cualquier cosa con el fin de obtener el reconocimiento necesario con el mínimo compromiso social. Por ejemplo: hablar de fútbol, moda, coches, el trabajo, el gobierno, cotilleos, etc. En la red: participar frívolamente en cualquier foro o red social.
  4. Actividad. Se orienta la energía hacia un objetivo exterior productivo que aporta mucha estimulación. Por ejemplo: trabajar, hacer deporte, las aficiones, los estudios, etc. En la red: mantener una comunidad, un blog...
  5. 'Juegos Psicológicos'. Se le llaman 'juegos' porque son manipulaciones emocionales repetitivas y previsibles entre personas que terminan con "ganadores" y "perdedores" pero al final todos se sienten mal. 'Jugando' de este modo, conseguimos la cantidad mínima de reconocimiento que necesitamos para  sentir que no nos ignoran y que no obtenemos por otras vías más sanas y positivas como la intimidad. Hay juegos de poder, sexuales, de pareja, en el trabajo, en la familia,...
  6. Intimidad. Es una de las experiencias más gratificantes que puede tener una persona estando en contacto con otra. Es el intercambio directo y espontáneo de signos de reconocimiento sin ningún tipo de defensa. En la red: la extimidad es una exhibición voluntaria del 'yo' que no tiene efectos nutritivos tan intensos ni por asomo. El valor de la intimidad presencial es insustituible por cualquier tecnología.
En el cuadrante alinear el tiempo es tiempo de intimidad. Un tiempo donde las personas pueden hablar claro y mostrarse como son, porque la intimidad nos hace vulnerables pero a la vez confiables.

Un tiempo donde cada gesto, cada silencio y cada palabra contribuye a crear una organización distinta y mejor de la que nos hemos construido desde posturas subjetivas y defensivas en el pasado.

Sin intimidad no hay confianza ni objetivos compartidos


Tanto en exponer como en colaborar el foco de nuestra atención es ancho, hemos conseguido una visión intelectual de la estrategia . Conocemos las grandes líneas de actuación, cuál es su finalidad, tenemos una visión sintética del proyecto. 

Sin embargo, es cuando confiamos nuestros anhelos y los enlazamos con las necesidades de la organización cuando se liberan enormes cantidades de energía y nos ponemos en acción. 

Esperando para completar el círculo
Alinear es poner la vocación/profesión al servicio de una idea, de un proyecto o del mundo y sentir el apoyo de los demás para mantenerse firmes en un propósito. 

No tiene que ver con la actitud del héroe solitario o del mártir, sino con la del leal servidor a una causa compartida que merece la pena.

Recursos


Al contrario de otras prácticas donde es posible participar sin implicarse, alinear es una práctica de auto-descubrimiento y de compromiso con los objetivos que solo es posible con el consentimiento de los participantes. Cuando no lo hay y se fuerza, la reunión se convierte en una encerrona emocional y un espectáculo bochornoso.

Los ejercicios más representativos que utilizo en este cuadrante son: la silla vacía, la silla caliente y los sociogramas:

Silla vacía
En la silla vacía se coloca una silla desocupada en la sala y se sugiere al grupo que cada uno imagine sentada en ella a la organización, el equipo o un proyecto y entablen un diálogo sobre el asunto determinado.

También se puede aplicar en relación a proveedores, clientes o personas que abandonaron la organización y nunca se tuvo la oportunidad de confrontar o expresar abiertamente sus sentimientos hacia ellos.

Otra utilidad de esta técnica consiste en resolver problemas intrapsíquicos, como los diálogos internos, que hacen sufrir a las personas sobre sus capacidades o su autoestima.

Silla caliente
La silla caliente es una variación de la silla vacía y genera también una gran emocionalidad. Aquí se solicita a una persona que tome asiento frente al grupo con el fin de recibir una serie de afirmaciones del resto de compañeros y fortalecer las relaciones humanas.

Yo propongo este ejercicio para reforzar liderazgos endebles o destacar características valiosas para el proyecto que pasan desapercibidas en las personas.

También es útil para expresar desde el afecto opiniones particulares sobre cuestiones organizativas o de equipo.

Ambas técnicas evitan que las personas intelectualicen, anden por las ramas o expresen generalidades, y facilitan un diálogo en tiempo real, aquí y ahora, con la situación organizativa que se representa.

Sociogramas
Los sociogramas en acción forman parte de esos ejercicios que movilizan al grupo y evitan que permanezcan sentados por largo tiempo. A mi me permiten explorar, mediante dinámicas y juegos, el lugar que ocupa cada persona dentro del grupo y dar visibilidad al tipo de redes que mantienen.

Los sociogramas cualitativos son un método sencillo para medir la organización de un grupo a partir de las preferencias entre compañeros. Son muy buenos para ver, en poco tiempo, como están repartidos los liderazgos, y el grado en que las personas poseen cualidades importantes para el desarrollo de un proyecto concreto.

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[1] Solo desde esta conexión interna una persona puede estar centrada, sabiendo quién es, qué quiere y hacia dónde se dirige. Perder el contacto consigo mismo conlleva consecuencias.

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