Bajo la luz del Zen, cualquier comportamiento o actividad es susceptible de convertirse en ritual:
- vestirse
- fregar los platos
- preparar una reunión
- celebrar un aniversario
...siempre que lo hagamos con plena conciencia.
Para el Zen, la forma que tenemos de hacer las cosas, es un ritual en sí misma.
Cuando ponemos atención en lo que hacemos, sea lo que sea, lo estamos ritualizando. Estamos creando un tiempo y un espacio sagrado que abre la posibilidad de experimentar una manera diferente de estar en el mundo, de vivirse y percibirse tanto uno mismo como a los demás.
Sin embargo, por los motivos que sean, no siempre ponemos conciencia en todo lo que hacemos, y muchos de los ritos que ocupan nuestra vida pasan desapercibidos o no alcanzamos a ver su significado.
Los rituales son pilares de todas las religiones y su importancia en las organizaciones es tremenda debido a la influencia que tienen en multitud de comportamientos.
Estos actos, repetitivos y pautados, vertebran y cohesionan al grupo creando comunidad entorno a una idea, un producto o una persona. Digamos que es una forma de adoctrinamiento organizativo que busca afirmar la identidad de las personas y renovar su sentido de pertenencia: perpetuar la cultura del grupo.
En las organizaciones, los ritos expresan “cómo se hacen aquí las cosas”, dicen lo que las palabras callan e influyen directamente en la percepción que tenemos de la marca y su capacidad para atraer talento. Su poder simbólico es enorme. De hecho, la marca más valiosa del mundo despliega ritos muy conocidos en la presentación de sus novedades, la apertura de tiendas y la despedida de un compañero de trabajo , entre otros, y además, muchos de sus fans consideran a su fundador como un dios.
Los rituales de marca ensalzan las propiedades del producto en la mente del consumidor, hacen que se sienta parte de un colectivo particular y refuerza la lealtad a la marca.
El adoctrinamiento de los rituales organizativos
Ángel Aguirre los clasifica de este modo:
- de entrada o iniciáticos
- de orden o jerarquía
- de caos o de fiesta
- de salida, despido o jubilación
Los rituales de entrada son los modos que utiliza y exhibe la organización para seleccionar, acoger e integrar a los nuevos empleados. Todas las organizaciones tienen procesos más o menos estructurados para reclutar e incorporar personal, pero cada una lo hace a su manera, dándole una importancia y cuidado que las hace únicas:
- el proceso de entrevistas y selección de personal
- la firma del contrato
- la integración y capacitación
- la presentación formal a colegas y jefes
- la asignación de un mentor
- la participación inicial en reuniones de la empresa
Los rituales de orden son actos que muestran la división jerarquía de la organización conforme al organigrama o la meritocracia. El hecho de tener poder y mandar, configura los más variopintos rituales a su alrededor como el uso del espacio para marcar distancia, los símbolos, los rituales de espera antes de ser atendido, el valor del tiempo, el vestuario, etc.
Los rituales de orden se basan en la "ostentación" de la posición de mando:
- Reuniones periódicas del consejo de familia , de administración, etc.
- Comunicaciones oficiales
- Ceremonias de promoción o reconocimiento a empleados
- Eventos de networking exclusivo para ejecutivos
- Presentación de informes financieros a inversionistas o accionistas
En el caso de las empresas familiares, las tradiciones ayudan a crear la "identidad de la familia". Al repetirse generación tras generación, estos rituales tienen un papel clave para establecer y preservar el sentido de pertenencia, en especial en momentos de incertidumbre. Mantener las tradiciones familiares mejora la comunicación entre los miembros y los hace más resilientes.
En estos casos, iniciar el Protocolo Familiar ayuda a formalizar la maraña de normas no escritas y hacerlas conscientes a la vista de todos. Separar la emocionalidad familiar de las rigurosas necesidades de la empresa a base de discutir, revisar y modificar lo que sea necesario para preservar y aumentar la riqueza del negocio familiar, y trasmitirlo a sus herederos en las mejores condiciones.
Al igual que un código ético, la fuerza de protocolo familiar es principalmente de orden moral.
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Cuatro rituales para cuidar, renovar o sustituir |
En los rituales de caos se invierten los valores. Se destruye temporalmente el orden establecido en la organización para reconstruirlo más tarde de nuevo. A mayor destrucción, más fuerte será la instauración del orden.
Mediante la convivencia lúdica se desordena al grupo en distintos grados, pudiendo llegar al extremo de comer y beber en exceso, tener escarceos amorosos, parodiar a los jefes o provocar actos de gamberrismo, etc.
Los rituales festivos se utilizan también para superar crisis internas de comunicación o como fórmula rápida para integrar nuevas incorporaciones.
Las vacaciones y el tiempo de descanso son también rituales festivos necesarios para distinguir el tiempo de trabajo del tiempo de ocio.
Los eventos deportivos o de entretenimiento entran también dentro de esta tipología
Los rituales de salida tienen como función elaborar el duelo. Este tipo de rituales apenas han sido considerados en la empresa, al dar por sentado que el que se va, ya no interesa y eso es un grave error. El valor de la información obtenida en una entrevista de salida honesta es incalculable.
Los rituales de destitución, cese o despido a veces se realizan a toda prisa y de forma oculta o enigmática, tanto si el afectado lo ha decidido por voluntad propia, como si responde a motivos difíciles de explicar. Despedir bien es un arte y hay que hacerlo de la manera más humana, constructiva y asertiva posible. Por otra parte, comunicar al grupo lo ocurrido, rebaja la tensión y atenúa la ansiedad provocada por la incertidumbre.
Los rituales de jubilación son ceremonias de salida muy importantes para la reputación de la empresa. Los jubilados han dejado gran parte de su vida en ella y probablemente ha hecho grandes sacrificios. Ahora les espera un nuevo modo de ocupar el tiempo que muchos han de inventar. Estas personas se merecen un agradecimiento y el ritual escenifica una lección de cómo la empresa tratará a sus empleados cuando les llegue el momento:
- Comunicación formal por parte de la empresa
- Celebración de un evento de despedida en honor del jubilado
- Despedida formal con colegas y superiores
Los rituales de deceso se refieren al fallecimiento de algún empleado y tienen mayor importancia cuando ha sido en accidente laboral. Si alguien fallece, la empresa ha de volcarse con los afectados y mostrar su dolor con toda la intensidad que sea posible.
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