jueves, 28 de marzo de 2013

Saber lo que sabes, gusta mucho pero enseña poco.



Acabo de descubrir la 'pirámide del aprendizaje'. Es un modelo que muestra los porcentajes de retención de los estudiantes en función del método de aprendizaje que utilizan.

Según ella, parece que ayudar a los demás a entender ideas complejas aumenta nuestra compresión sobre ellas. Como decía Russel Ackoff: 'aprendemos más enseñando que escuchando'.

Por eso, creo importante incluir en las sesiones de formación ejercicios que den protagonismo al participante y le devuelvan su responsabilidad en el aprendizaje:
  • Facilitar que expongan individualmente un planteamiento personal al grupo.
  • Establecer diálogos por parejas sobre un asunto concreto.
  • Conversar en pequeños grupos conforme a una consigna determinada.
Cualquiera de estas técnicas es preferible al soliloquio continuado del formador, por muy animado y divertido que nos lo presenten. Aunque dar una clase magistral es una buena forma de saber lo que nosotros sabemos, es una forma poco efectiva para descubrir lo que los alumnos saben o pueden llegar a aprender.

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