En las organizaciones se convive con una tensión silenciosa:
▶︎ la necesidad de mantener el 𝗼𝗿𝗱𝗲𝗻 para que todo funcione y, al mismo tiempo,
▶︎ la urgencia de buscar la 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱 para que las relaciones sean auténticas y el trabajo tenga sentido.
En ese equilibrio frágil se juega buena parte de la salud de un equipo.
Tener roles definidos,
métodos claros
y normas consistentes,
son 𝗘𝗦𝗧𝗥𝗨𝗖𝗧𝗨𝗥𝗔𝗦 estables
que reducen la ambigüedad como fuente de conflictos.
Buscar la 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱,
con un “feedback” sincero,
una comunicación honesta,
y la coherencia entre lo que se dice y se hace,
son 𝗣𝗥𝗢𝗖𝗘𝗦𝗢𝗦 intangibles que fortalecen la confianza.
Y esta es la duda:
❓¿𝙃𝙖𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧 𝙡𝙖 𝙑𝙀𝙍𝘿𝘼𝘿 𝙮 𝙖𝙧𝙧𝙞𝙚𝙨𝙜𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙢𝙤𝙙𝙖𝙧, 𝙤 𝙢𝙖𝙣𝙩𝙚𝙣𝙚𝙧 𝙚𝙡 𝙊𝙍𝘿𝙀𝙉 𝙖𝙪𝙣𝙦𝙪𝙚 𝙞𝙢𝙥𝙡𝙞𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙖𝙡𝙡𝙖𝙧?
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